Organizar nuestras finanzas personales y domésticas es un proceso que involucra muchos recursos. Por lo general, solemos buscar herramientas que nos ayuden a que esta organización sea más rápida y eficiente. Sin embargo, estos instrumentos (como aplicaciones y programas) terminan resultando obsoletos.

Hoy queremos hablarte de una herramienta que ya conoces, aunque probablemente no la utilices tanto como deberías: Excel. A través de una hoja podemos realizar todo tipo de operaciones financieras y matemáticas, con la posibilidad de sumar un gráfico para visualizar de forma más dinámica cómo es el estado de nuestra economía.

Para hacerlo de forma anual, lo ideal será que crees en un libro en blanco 13 pestañas (hojas) de forma que cada una represente un mes del año, más una final que tendrá una consolidación de todos los meses.

Cada hoja tiene que tener dos columnas, una con los ingresos y otra con los egresos. A la vez, tienes que enumerar las filas con los días del mes (30 o 31). Para que sea de mayor utilidad y puedas visualizar donde están tus mayores gastos, puedes agregar una columna donde anotes el detalle de los mismos y si son fijos o variables. Por ejemplo: si pides un préstamo personal a pagar en dos meses, agregas en el detalle “crédito”, en la columna de egresos colocas el monto y luego copias esa fila en los meses correspondientes.

Dentro de estos parámetros puedes configurarla como gustes de forma que se adecúe a tus necesidades. Lo que si debes considerar es que todos los meses tengan la misma estructura.

Lo que te queda luego de esto es registrar tus datos financieros (ingresos y egresos) diariamente. A largo plazo podrás analizar tus gastos y optimizar tu economía donde consideres necesario.

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